El esfuerzo de financiación del plan Medi-Cal se dirige a las personas sin hogar, confinadas en sus hogares y abusadoras de opioides.

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La salud de Dan Levine no sólo depende de las visitas al médico y de los medicamentos, sino también de comidas a base de pastel de carne, puré de patatas, zanahorias y guisantes.

Los aparatos ortopédicos en ambas piernas dificultan que esta sobreviviente de cáncer de médula ósea de 72 años haga la compra. Comprar alimentos también se ve limitado por un presupuesto que depende de la Seguridad Social.

Cada dos semanas, el exagente inmobiliario de Ventura recibe 10 comidas congeladas junto con pan, leche, guisantes, ensaladas y otros productos básicos. La comida llega a través de un servicio de entrega de comidas que recibió $20,000 de un nuevo programa del Plan de Salud de Gold Coast, creado para ampliar la cobertura médica.

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